Escrito por Laura Xicota CEO & Co-founder de Merlin Digital Partner
Confesión personal. Este año, en la feria de tecnología más grande del mundo, el Mobile World Congress (MWC) y 4YFN ,se ha producido un cambio notable en las conversaciones de los asistentes y el enfoque general. Mientras que en años anteriores el centro de atención solía estar en las últimas innovaciones tecnológicas y los avances en la industria, este año, por fin, ha sido diferente. El tema principal ha sido, sorprendentemente, ¡las personas!
El tradicional «¿cómo estás?» ha ganado terreno sobre el clásico «¿a qué te dedicas?», reflejando un cambio de paradigma hacia una mayor valoración a las personas en el contexto tecnológico.
El equilibrio entre el factor humano y la tecnología ha sido un tema prominente en la feria. No se trata tanto de una competencia entre ambos, sino más bien de una sinergia donde se reconocen y valoran mutuamente (magia, por fin). La tecnología, sin duda, ha revolucionado la forma en que vivimos y trabajamos, pero en última instancia, son las personas las que dan vida a estas innovaciones y les otorgan significado. En este contexto, trabajar en equipo emerge como una estrategia fundamental, ya que combina lo mejor de ambos mundos: la creatividad, la intuición y la empatía humanas con la potencia y la eficiencia de las herramientas tecnológicas. Como muy bien comentó Luis Vives en la ponencia del martes (por cierto, es una gozada escucharle hablar) la colaboración híbrida entre personas y tecnologías representa la clave para impulsar el progreso y la innovación de manera sostenible y significativa.
Desde empresas que buscan contratar talento hasta candidatos que buscan mejorar su imagen profesional, la feria ha sido testigo de una atención sin precedentes en torno a las personas y su papel en el mundo tecnológico. Los visitantes, sorprendidos por la cantidad de asistentes, los ponentes y expertos, aunque han abordado una amplia gama de temas tecnológicos, han centrado sus discursos en torno a la importancia de las personas en la industria. Volcados en compartir: ven que te cuento los errores que cometí en el pasado(eso vale un imperio) 🙂
Desde valores fundamentales hasta testimonios personales, cada charla ha destacado la relevancia de la humanidad en un mundo cada vez más digitalizado.
Y es que lo que más me he encontrado en mis merecidos cafés entre sesiones maratonianas han sido personas que, aunque agotados por las largas jornadas se sentían satisfechos por haber dado lo mejor de sí mismos y confiados en su trabajo. Me gusta decirlo, pero siento que hemos entendido que se valora más la calidad que la cantidad y aunque el tiempo prima (hemos aprendido a convivir con ello), la calidad por el detalle marca la diferencia.
Cuando nos tomamos el tiempo para saludar, detenernos y mostrar interés sincero en cómo están las personas, creamos relaciones significativas y construimos lazos de confianza. Esta actitud no solo facilita la venta de productos o servicios, sino que también fortalece los lazos humanos y contribuye a un ambiente más positivo y colaborativo.